Este viernes aterriza en los cines la segunda parte de la saga: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Si os soy sincera, la adaptación cinematográfica de la primera parte me pareció una completa basura, un aburrimiento, una pérdida de tiempo y dinero. Soy de esas que prefieren leerse el libro a verlo en la gran pantalla pero, con unas imágenes así, no hay quien evite la tentación de acercarse al cine.
Mi admiración y amor incondicional por Lisbeth Salander puede justificar que me gaste la paga en una película que, seguramente, no me gustará.
Aquí os dejo un par de vídeos para que os vayáis haciendo una idea:
Zure tia bezelako pertsona karismatikuak falta zat neri... Bazkaixa pendiente orduan!
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