21 octubre, 2010


Arnas estuak kale ilunean, pixa usaindun kale estuan. Elkarren konpainia nahikoa zuten etsai guztiei aurre egiteko, baita lekurik nazkagarrienak atsegin bihurtzeko ere.

Hotza arnas estu haiek izoztuz agertu zen, biek ke zurixka zeriotela ahotik. Beroa ezin ikus zitekeen, baina bai igarri, antzeman, sentitu.


Kamiseta barrutik eskua sartu ordurako, neskaren azalak erantzun egin zuen, bai taktuaren goxotasunagatik baita tenperatura baxuaren eraginez ere. Oilo-ipurdi bolada batek astindu zuen bere gorputz argala, oinetatik hasi eta bururaino.

Betiko txokoak ez zirudien leku aproposa egun haietarako. Udako gau zoragarri asko eman zituzten han, bai, baina azaroa ez zen beraietaz errukitu eta kale izkinari epeltasuna xurgatu zion bortizki, gupidarik gabe.


Barrualdeak erropaz askatzeko eskatzen zien, hantxe bertan, arin eta etenaldirik gabe. Neska, ordea, dardaraka ari zen jada, eta ez plazerragatik hain zuzen ere.

Eskuak elastiko azpitik atera eta gogor estutu zuen mutilak neska bere bularrean, inguruko hotzetik babesteko.

Pasio adierazpen guzti horren atzean, ostera, malgutasuna galtzen ari zen maitasuna ezkutatzen zen. Hasierako gogo guztiak higatuak ziruditen eta errutina menpeko erlazio batean erortzen ari ziren, erosotasun hutsagatik aurrera egiten zuena.


Ez zen hori beraiek hasiera batean espero zutena; etorkizunera begira egindako planek ez zuten errutina barne hartzen, abentura, emozio eta sentimendu hutsak baizik.

Gauetan oheak bero jarraitzen bazuen ere, hotza zen errealitatea handik irtetzean.


Neskak ere mutila besarkatu zuen, gerritik estu-estu eginda, amaiera usainak pixa usaina ordezkatzen zuen bitartean.

06 octubre, 2010

de Colores

Nunca pudo ver los colores y de no haberle enseñado a que los echara de menos, no lo hubiera hecho. Pero Lucía se ocupo de describírselos; sentía que ella tenía una de las claves para que su vida dejara de ser tan lineal. Tan negra. Tan opaca.

Lucía dedicaba parte de su tiempo con él a enseñarle a qué huele cada uno, qué se siente al tocarlos, que sonidos o ruidos desprenden, a asociarlos a persona u objetos. Incluso a asociar cada color a distintas canciones. Porque los colores tienen alma, le decía, y los que creen que no van más allá de la vista se equivocan. Lucía le enseñó que su ceguera no era impedimento para conocer los colores.

El amarillo olía igual que el olor que se adueñaba de la atmósfera de su cocina cuando Lucía y él usaban el horno. El azul sonaba a canciones de U2; el verde a The Killers. El gris era áspero, mientras que el morado era un color suave. El marrón le recordaba a su padre. El naranja desprendía calor, pero el rojo aún más. Y el negro era silencio, el silencio de la vista y de la imagen.

Gracias a Lucía supo que, aunque no pudiera verlo, el líquido que bajaba desde su entrepierna no era amarillento, sino rojo. Aquello parecía una despedida definitiva… ¡y él sin tiempo para confesarle que la quería! Sin tiempo para agradecerle el haber sido su sol durante su nocturna vida…
Sin tiempo para agradecerle el haber desprendido rayos de luz tan intensos que hasta los ciegos los percibían…



para Wendi ;)

15 junio, 2010

Aita

Papá, que era escritor, siempre me dijo que sentimientos como la tristeza, melancolía o nostalgia eran los únicos capaces de alimentar buenos textos. Y yo, tonta de mí, me sigo pellizcando cada vez que intento vaciar mi alma delante de un folio blanco. Pero es un dolor artificial, que no desemboca en ninguno de los sentimientos mencionados. Es más una mezcla de rabia y frustración la que se puede llegar a provocar, sin que salga nada digno de leer de ahí.

Papá era un romántico de los pies a la cabeza, pero no un romántico de esos que asociamos al amor, sino un romántico del romanticismo literario puro del siglo XIX, de esos que se revolcaban egoístamente en su propia mierda mientras se metían mierda también por cualquier lado. Yo siempre quise acercarme a una vertiente más social, a una escritura que sirviera a cualquiera, hablar de problemas, inquietudes, dudas universales, mas no logré desprenderme de la turbia influencia que papá dejó en mí.
Papá me enseñó a moverme por los ambientes más bohemios de Madrid. Me enseñó a no avergonzarme de su nombre, del apellido que tenemos en común. Todos los que frecuentan esas tascas (papá prefería llamarlos cafés) lo conocen, y me es imposible deshacerme de su sombra. He aprendido a convivir con ello, aunque sigo sin entender a qué se debe tanta admiración por él.

Papá era egoísta, egoísta como sus textos, fueran prosa, fueran verso.

Ingenuos… Vosotros no conocéis a papá.

14 junio, 2010

COSAS

Y ahora que estoy oficialmente de vacaciones, no sale el sol. ¡No sale el sol! Eso significa quedarse más tiempo de lo deseado en casa, lo que a su vez conlleva discutir más con ama. Hoy ya llevamos como una docena de gritos y cuarenta malas caras. Y cuando me decido a pasar de todo y dejar correr el aire, mi pasividad la molesta aún más. Con esta mujer no hay quién acierte y yo ya rozo la desesperación.

Por lo demás, me siento ligera y libre. Ligera en el sentido de que se acabó el cargar con libros y cuadernos de un lado para otro; libre en el sentido de que de ahora en adelante seré yo la que decida qué es útil y qué no, qué merece la pena guardar en mi cabeza y qué no. Hice la selectividad la semana pasada y también mis exámenes del first. Dos pájaros de un tiro. Ahora a esperar resultados para empezar a mirar universidades, alojamiento y todas esas cosas de las que no pienso escribir hoy.

Para celebrar el fin de exámenes, el viernes fuimos a Bilbao al teatro. Disfrutamos de una adaptación de La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, diferente donde las haya. Fue protagonizada por un grupo de mujeres gitanas sin alfabetizar y, sinceramente, me encantó. Me reí y me emocioné, todo a la vez. Y la música preciosa. Y la iluminación buena también.


El sábado ya llegó la celebración oficial de la libertad, con una juerga que acabó digamos que muy tarde. O muy temprano, según por dónde se mire. Risas, más risas y alguna que otra foto, que no se yo si serán publicables.

Llega el domingo, seis de la tarde. Ambiente tenso en el bar: la Real Sociedad sale al campo a jugarse su ascenso a primera división. Nervios, gritos, goles, el txuri urdin, alegría, aplausos y un calimocho para celebrarlo. AURTEN BAI! Volvemos a donde merecemos estar.

¡Y esta semana me compro sin falta las entradas para disfrutar de Andrés Calamaro el 4 de Septiembre en el Kursaal! Ya me veo cantando Estadio Azteca desde mi butaca. Pinta muuuuuuuy bien ;)

25 abril, 2010

NI ROSAS NI LIBROS

Nadie se ha dignado a regalarme nada, pero os entiendo; sé que no suena muy atractivo eso de intercambiar flores y libros, así que he decidido no guardaros ningún rencor.

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Ha sido la típica semana en la que pasa un día y pasa otro y se te acumula el trabajo, pero sigues diciendo “bah, esto ya lo haré el fin de semana”. Llega el fin de semana… y se va. Y no has hecho nada. ¿Os ha pasado alguna vez? A mí muchas, y esta vez se me ha acumulado de todo: dos o tres redacciones, tropecientos ejercicios, un par de exámenes y lectura atrasada. Asqueroso.

Pues si al cóctel anteriormente mencionado se le añade música depresiva (lenta y de letra profunda) el grado de asquerosidad aumenta, y hasta qué punto.

Por lo menos ha sido un fin de semana rico en matices musicales y eso, hasta cierto punto, me llena. Rock variado y metal el viernes, Lekittoko banda el sábado.

Y ahora me siento como el típico personaje de dibujos animados al que dibujan una nube encima y lo empapa la lluvia, pero no todo es porque soy la típica estudiante que lo deja todo para el útimo momento y se cansa, se agobia y se ahoga. Hay algo más...


Conclusión: necesito música en directo, además de salud, dinero y amor.

23 abril, 2010

SANT JORDI

Aquí os dejo un corta-pega estupendo que he sacado de wikipedia para explicaros de dónde viene esto del día de Sant Jordi.

Cuenta la leyenda que en tierras de Capadocia, aunque popularmente se habla de Montblanc, había un Dragón que atacaba a diestro y siniestro al reino. El pueblo decidió que para evitar los ataques entregarían a una persona cada día para ser devorada por el dragón y así evitar daños mayores. Cada día se hacía un sorteo y se enviaba a dicha persona a la cueva del dragón. Un día del sorteo salió el nombre de la princesa, la cual fue voluntariamente aunque muchos se ofrecieron en su lugar. Fue caminando hasta la guarida del dragón y cuando éste la iba a devorar apareció San Jorge y la rescató. San Jorge mató al Dragón clavándole la espada en el corazón y de la sangre que fluyó nació una rosa.

El día de Sant Jordi es costumbre en Cataluña que los hombres regalen una rosa a sus mujeres, y las mujeres un libro a los hombres por alusión a la leyenda popular.



¿Le apetece a alguien celebrarlo conmigo?

13 abril, 2010

LA MEJOR DE LAS TERAPIAS

Porque no hay nada mejor que una tarde tranquila, fría pero medio soleada, en la terraza de un bar, donde un grupo de amigos se junta con motivo de celebración: Iratxe es mayor de edad un martes y trece. Sí, puede drogarse legalmente y conducir una vez pasados un par de exámenes; que no cunda el pánico queridos lectores, que estará bien vigilada.
Así pues, hemos cambiado los refrescos y los zumos por la amarga cafeína que Iratxe nos ha ayudado a endulzar con la merienda. Hemos hablado, reído, gritado, cotilleado, criticado y vuelto a reír con un sabor a chocolate en la boca nada empalagoso.


Un akelarre de lo más dulce para unas brujas de lo más amargas.


Team eighteen

12 abril, 2010

HUTSIK

Denboraren presioa sentitzen du gainean. Urteak aurrera egiten duten bitartean, betiko lekuan jarraitzen duela iruditzen zaio, oinak beharrean sustraiak izango balitu bezala, leku berean finkatuta egotera derrigortzen duten sustraiak. Denbora, inoiz bere alde agertzen ez den elementua, eta gizartea, bera bezalako jendeari lekurik ematen ez dion gizarte hotza, zurruna, arimarik gabea.

Txikitatik izan du bakardadea lagun. Berari egokitu zitzaion arraro papera antzeztea, baina baita gustura onartu ere. Eskailerak zenbatzea zuen gustoko, urduritasuna arintzeko terapia bezala ere erabiltzen zuen, eta letrekin jolastea: norbaitek hitz luzeren bat ahoskatzean, segituan eragiten zien atzamarrei hitz horretan zenbat silaba, letra edo bokal berdin ezkutatzen ziren jakitzeko. Gaztelaniako irakasleak "murciélago" hitza ahoskatu eta bokal guztiak zituela ohartu zenean, bere gaztelaniazko hitz gustokoena izango zela erabaki zuen. Bere inguruan, ulertezinak ziren Helena txikiaren zaletasunak.

Itxuraz ere ez du hemengo kanona jarraitzen; kizkur laranjak buruan, ia begi beltzak estaltzen dizkioten kizkur laranja biziak, eta beste ezerrentzat lekurik uzten ez duten pekak azal zurbilean, txiki-txikiak eta bata bestearengandik oso elkartuak.

Agian, horregatik ez da zorigaiztoko sentitu betidanik, hasiera batean bakartze hori gogo onez onartu zuelako. Orain, ordea, zorigaiztokotzat du bere burua. Jada ez dio inongo xarmarik aurkitzen "murciélago" hitzari, eta eskailerak zenbatzea baino zerbait gehiago behar du bere urduritasun guztiak astintzeko.

Hogeita hamar urteak aspaldi pasatxo, munduko biztanle, bizileku finkorik ez baitu oraindik aurkitu, familiarik gabe, lagunik gabe, bikoterik gabe. Lanbide fijorik gabe. Hauek ez dira gizarteak egun ezartzen dituen arauak. Jadanik ezkonduta behar zuen eta bi seme-alabarekin gutxienez, etxe eder bateko hipoteka pagatzera kondenatua, kotxe txiki gorri baten jabe eta, txakurra atean zain duelarik, etxera sartu egunero familiarekin sutondoan batzeko. Indie edo alternatibo etiketa zintzilikatu izan dio bere buruari denbora luzez eta ohiturak ez errespetatzeaz arro sentitu izan da, baina bakardadearen pisua eramangaitza egiten hasi zitzaion hogeita hamar urteetako krisia heltzearekin batera. Erlojuaren orduak, minutoak, segundoak adierazten dituzten makiltxoak gorputzean polikika iltzatzen zaizkio, orratzak balira bezala sentitzen ditu eta min jasanezin honek beti bidaiatzen du berarekin, denboraren zauriak arintzen dituen sendagai bakarra denbora bera baita, edo agian zoria. Helena zoritxarreko arima bat besterik ez da, orduen zenbakiak gorrotatu eta liburu zein abestien letrak maite dituena.

Okerreko bidea hartu zuela pentsatzera iritsi da, oreka utopia bat dela eta ameslarientzat lekurik ez dagoela bere inguruan. Burua alde batera edo bestera okertzeak ez du garrantzirik, inoiz ez baitu bera eroso sentiaraziko duen tokirik ikusten, ezta zirrikitu miserable bat ere.

Bi taldetan banatzen du jendea Helenak: ameslariak eta ez ameslariak, zoriontasunerako bide luzea edo motza hautatzen dutenak.

Bera lehen taldekoa zela uste zuen, mundura kamikaze modura jausi egiten duten horietakoa, askatasun egarriz etxetik ihes egiten dutenetakoa bidearen luzerari erreparatu gabe. Goiz jantzi zituen hego erraldoiak eta hegan abiatu, baina bizitza uste baino joku arriskutsuagoa dela egiaztatu du denborarekin, erraz irabaz baitaiteke, baina are errazago galdu, mindu, hondoratu. Mota guztietako zauriak ditu gordeta bere arima txikian gure Helenak, bakardadeak eragindakoez gain, amodio kontuengatik asko sufritutakoa ere baita.

Maitasunak akabatu du Helena hein handi batean. Familia, lagunak eta bikotea maitatzean indarrak agortu zaizkio, eta baita alferrik agortu ere. Maitasuna zuregandik urre nahi duzun jendea zaintzean datza, jende hori errespetatzean eta, beti ez bada ere, noizean behin zure bizitzan zein paper garrantzitsua jokatzen duten gogoraraztea. Maitasuna maite duzun pertsonengandik ere maitasuna jasotzean datza, merezi dutenei maitatzea. Eta, nola jakin nork merezi duen gure maitasuna? Haragia sutan jartzea nahitaezkoa da, eta maitatua izan behar ez duen jendearen pasibitatearekin erretzea ere ezinbestekoa da. Gerora, erredura hori izango da gure maitasun eskaintzari neurria ipiniko diona berriro ez erretzeko. Malko gutxi batzuek, edo askok, erreduraren mina arinduko dute polikika; honen tamainaren araberakoa izango da malko kantitatea.

Zauri horiek garraiatzearen etsipenak bere lekua zalantzan jartzera eraman dute Helena, bere benetako tokia bigarren taldean ote dagoen pentsatzera. Azken batean, bi taldeak ez dira hain ezberdinak. Batzuk zoriontasun azkarra aurkitzea dute helburu, bidekoari erreparatu gabe; besteek, ordea, bideko plazerez eta ikaspenez gozatzeko denbora hartzen dute, helmugara heltzeko inongo presarik gabe. Baina, helburuak berdina izaten jarraitzen du eta Helenak bidez nahasi ote den galdetzen dio bere buruari, azken txanpa zeharo gogorra egiten ari baitzaio.

Bere sentimendu festa zoroei soluzioa emateko asmoz, soluzio eroak eta baita azkarrenak, drogei gogor emandakoa izan zen garai batean. Batzea lortzen zuen diru kopuru txikiak edozein zikinkeriatan xahutzen zituen bi egunetan, bihotzeko eta arimako minetik askatzeko; horrek, ostera, burukominak eta goragalea besterik ez dute ematen trukean, eta momentu batean bazkaltzea edo drogatzearen artean aukeratu behar izan zuen. Jatea hautatu zuen, baina oraindik ere ez dio ezetzik esaten zerbait musutruk eskeintzen dionari.

Horixe da gaur gaueko plana: leporaino dohainik sartzea bihotzeko zama arintzeko, buruko korapiloak askatzeko, denbora tarte txiki batez bada ere bere arimarekin bakeak egiteko beharra baitu.

Orain gutxi taberna txiki batean lanean hasi da eta bertara bidean doa, gaur rock kontzertua izango baita han.

Eta heldu da. Eta keak bere gorputz hezurtsua inguratu du. Eta alkoholdun edari merkeenaren basokada bat eskatu dio lankideari. Eta aurrerago komunera joateko gonbitea onartu du, hauts magikoen deiari ezin uko eginez. Eta leku hartu du rock abeslariaren aurrean. Eta...

Eta bizitzea ahaztu zaio; hain dago arduratuta bere arazo guztiekin, bere zorigaiztoko sentimendua garraiatzearekin, denbora gorrotatzearekin, bizitzea ahaztu zaiola. Ezin izan ditu abestea eta arnasa hartzea bateratu eta abestia amaitzerako ito egin da. Nahiago izan du abestiaren letra ahoskatzen jarraitu birikak oxigeno zikinez bete baino.

22 marzo, 2010

BELDURRA, MINA, ARGIA

Beldurra. Beldur zela onartu behar zuen, koldarra iruditu arren. Gustoko zuen hango epeltasuna; hezetasun hura ez zitzaion deserosoa egiten. Zuloaren beste aldetik, ordea, hotza sartzen zen, garrasiak, argi-izpi itsutzaileak. Berak ez zuen leku hura utzi nahi, hango erosotasunera ohitu zen. Zuloaren beste aldean arazoak zituen zain, zailtasunak, amets gaiztoak. Egungo bizilekuan, dena zen erraz; bakardadea ere ona zen. Baina… Mina. Medikuak min eman zion eskuak sartu eta tira egitean.

Argia. Ongietorri mundu zikin honetara, Martin.

16 febrero, 2010

SI ME MUDO A MADRID...

¿vendréis a visitarme?

03 febrero, 2010

18

El despertador ha vuelto a sonar, me ha vuelto a despertar con ese sonido desagradable que tanto odio, perdiendo el hilo del más dulce de mis sueños. Suena como siempre. Acto seguido mi móvil ha empezado su fiesta particular para anunciarme las siete. Me imagino que podría haber escogido una canción mejor para un día como éste. Pero no, bastante manía le tengo ya a ésta. No quiero odiar ninguna otra canción del mundo.

He vuelto a maldecir el frío de la cocina y la puñetera manía de mi madre de dejar la ventana abierta toda la noche, aunque su abrazo ha templado un poco la temperatura del ambiente.

He vuelto a cruzar la puerta de clase. Me he encontrado con más sonrisas de las esperadas, más besos de los realmente merecidos. Las clases han durado los cincuenta y cinco minutos de siempre, pero se han hecho más llevaderas gracias a vosotros. Las tres intrusas de la fila de delante: Itziar, Leire, Iratxe. Mi compañera literaria: Malen. La visitante del recreo: Sara. El mono que me arranca una sonrisa cueste lo que cueste: Julen.

A los que no os he visto en clase, pero habéis estado ahí, gracias también. Asier, que me ha vuelto a sorprender gratamente otro año más. Ane, que seguro que ha dedicado un ratito de su clase de contabilidad a pensar en mí. Nerea, que recordará sus 18 con una mezcla de nostalgia y alegría. Ana, una artista en lo personal y en lo profesional. Y muchos más nombres que no me apetece mencionar aquí.


Ha sido un martes más, un martes más llevadero y más agradable. Me habéis hecho sentir importante.

Ésta es mi humilde forma de daros las gracias. This is a thank you for you...

26 enero, 2010

Antes de nada, mil disculpas a los que habéis seguido visitando esta calle maloliente casi a diario y os habéis encontrado con la misma apestosa entrada un día sí y otro también. BARKATU. A los demás, bienvenidos. Intentaré dar un poco de vida a esto. No prometo nada.

Las cosas han cambiado bastante últimamente. Cuesta acostumbrarse si dejan de ser lo que eran de la noche a la mañana, pero siempre se aprende algo. O eso dicen y eso quiero pensar. Yo le llamo “espíritu ave-fénix”, el resurgir de nuestras propias cenizas.

Y en eso estoy, construyendo un mundo nuevo, un mundo fresco y joven, loco, de colores e ilusiones, de buenas canciones, libros y café… Un mundo de buena compañía y mejores conversaciones, un mundo oscuro que desprenda luz, con puertas y ventanas abiertas para los desconocidos y los que ya conozco.

Hoy sueno más flower power de lo normal.

Vamos a cambiar de tema.

Estaba yo estudiando filosofía con ML esta tarde (más bien escuchándola a ella, que yo poco podía aportar), cuando mi móvil ha empezado a vibrar. 636254… Un número desconocido. ¡Qué emoción! ¡Qué misterio! Me he puesto nerviosa y, por hacerme un favor, ML ha contestado la llamada eufórica, como si fuese la primera vez que ve vibrar un teléfono.

- Bai?

- Hola, ¿eres Leire Sarasqueta?

Y responde ML que sí.

- Soy Concha, de… bla, bla, bla.

La primera persona que se le ha pasado a la ingenua de ML por la cabeza ha sido la madre de una de nuestras amigas, que también se llama Concha, pero se ha dado cuenta de que se equivocaba cuando la tal Concha le ha dicho que llamaba de no sé que centro de Barcelona para informarme sobre un curso de Animación con 3D o algo así. Resulta que ayer, en un arrebato de “no-sé-que-coño-hacer-con-mi-vida”, me dio por informarme sobre la carrera de fotografía y creación digital. Os sonará extraño, pero se me ha antojado estudiar fotografía. Así pues, encontré una página web que me facilitaba información sobre la carrera y cursos relacionados con ella a cambio de mis datos. Y para mi sorpresa, hoy me ha llamado Concha. Yo pensaba que me enviarían un e-mail con la información, pero lo de la llamada ha sido mucho más interesante. Gracias Concha, has amenizado nuestra hora de estudio.

Lo más divertido ha sido el momento “feliz cumpleaños”. Concha le ha preguntado a ML que cuántos años tengo yo, a lo que ML ha respondido:

- Diecisiete. Pero el próximo dos de… deeee… (a la pobre ML se le ha olvidado cómo se dice Otsaila en castellano, a lo que le he tenido que susurrarle “¡FE-BRE-RO!” para que dejara de dejarme en evidencia ante Concha, que pensaba que estaba hablando conmigo, no con ML).

- ¡Ah! Pues felicidades, que ya está tu día a la vuelta de la esquina.

Gracias Concha. Has sido la primera en felicitarme mis dieciocho.

Os preguntaréis si me voy a mudar a Barcelona a hacer el curso. Imposible. El curso empieza en Febrero y yo tengo que intentar sobrevivir al bachillerato. Me da mucha pena no poder conocer a Concha en persona, que ha sido muy amable informándome sobre el curso. Con personas como ella de gusto preguntar.

Luego he roto el espejo que guarda mi madre en el cajón de sus pinturas mientras intentaba encontrar algo con lo que maquillarme en carnavales. ¡Mie***! Me esperan siete años de mala suerte y una bronca infernal cuando mi madre descubra el pastel. No he confesado mi delito, ya que estaba enfadada porque mi cuarto parece una pocilga (lo que no entiendo es como no se ha acostumbrado a verlo así…). Cuando se de cuenta de que el espejo le devuelve su cara reflejada cien veces en vez de una me mandará a Barcelona de una patada. Mañana no apruebo el examen…